Los recursos locales cada vez tienen más que ver con el turismo sostenible
¿Te has preguntado alguna vez qué sería del turismo sin los recursos naturales? La respuesta es muy sencilla: nada.
Cuando volvemos a casa después de un viaje, recordamos principalmente las emociones que hemos ido sumando en ruta y no tanto la imagen de los lugares como solemos pensar. Lo más curioso de todo es que un porcentaje muy alto de estas emociones coinciden con aquellas que han aparecido al estar en contacto con el medio natural. Sabrás de lo que estoy hablando si has experimentado antes la sensación de libertad que se siente al llegar a lo alto de una montaña, la energía positiva de respirar el aire puro cuando hacemos senderismo o si has podido sentir alguna vez lo que significa nadar entre bancos de peces en el mar o bañarte en un río de agua transparente. Estos son solo algunos de los recuerdos de mis viajes y es que en estos casos más que de recuerdos hablamos de emociones. Además, son este tipo de recuerdos los que me hacen ser más consciente de la necesidad de un turismo responsable.
Sabemos por los medios y lamentablemente por nuestra propia experiencia que el planeta ha sufrido un desgaste mayor de los recursos naturales durante el siglo XX que el equivalente a toda la historia del hombre como habitante de La Tierra. No es de extrañar si tenemos en cuenta que somos muchos los que participamos de esta historia y que, además, la preocupación por la sostenibilidad y el cuidado del medio es prácticamente inexistente entre la población. Hemos llegado a un punto en el que somos conscientes de la escasez de lluvia y la desertización, vemos con nuestros propios ojos la contaminación y el exceso de residuos de plástico que hay en los océanos y somos participes del consumo masivo de recursos fósiles que actualmente se produce en nuestro planeta y lo peor de todo es que lo vemos como algo normal. En definitiva, hay una realidad consciente que protagoniza el siglo XXI consecuencia de aspectos tan relevantes como la explosión demográfica, la separación entre el norte y el sur, el cambio climático, la erradicación de las especies y la dictadura del materialismo en la sociedad moderna.
La forma en la que podemos comprometernos con el planeta es personal. Organizaciones como Ecologistas en Acción trabajan para mejorar la situación actual del planeta y lo hacen a partir de un movimiento global que pone en marcha distintas acciones para poner fin a los abusos contra el medio ambiente. Sin duda el papel de este tipo de grupos en vital para fomentar el cambio y yo, estoy con ellos. Además de las acciones ya conocidas de respeto al medio natural y el consumo consciente existen muchas maneras de involucrarse. En mi caso, hace tiempo que empecé a interesarme por el turismo. Desde entonces he querido aprender, hablar del sector y de sus posibilidades para finalmente utilizarlo como forma de vida cuando en realidad, solo tenía que protegerlo. Es por esto que he decidido no quedarme quieto y hacer todo lo que esté en mis manos para cambiar la situación actual del turismo. Como objetivo: proteger los recursos naturales y demostrar que el turismo responsable puede conseguir la sostenibilidad económica, social y medioambiental de los destinos.
El turismo, además, se sirve mayormente de los recursos naturales para promocionar los destinos y la pérdida de valor de los mismos, ha sido el principal motivo que ha llevado a los destinos a perder su personalidad y atractivo. No se han pensado con anterioridad las posibles fórmulas de sostenibilidad aplicables al sector y como consecuencia, en lugar de conseguir enriquecer los destinos hemos conseguido su destrucción. Hoy por hoy oímos hablar de costas protagonizadas por la especulación inmobiliaria y la masificación de los territorios, recursos sin personalidad que provocan la pérdida de la tradición y la costumbre local y por último una turismofobia creciente hacia el turista considerado en algunos destinos como algo perjudicial en lugar de positivo para la economía local. Sin duda hemos llegado a un momento en el que la sostenibilidad tiene que ser nuestro único objetivo sea cual sea el mercado al que nos dediquemos.
Existen muchas maneras con las que aportar tu grano de arena y permitir que el planeta mejore. En mi caso el turismo responsable es mi proyecto personal ¡No te quedes sentado y sea cual sea tu profesión encuentra cómo y actúa!
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