El Turismo Slow como modelo fundamental del desarrollo del Turismo Sostenible
Cuando viajas, las cosas sencillas pueden pasar desapercibidas en muchas ocasiones. Sin embargo, todo cambia cuando te paras a pensar en ellas y disfrutas del momento en el que suceden.
Aquí es donde aparece el concepto del Turismo Slow.
¿En qué consiste el Turismo Slow?
El Turismo Slow viene originalmente del movimiento Slow Food y basa su significado en la línea del Turismo Sostenible principalmente. Slow Food es un concepto que combate la idea de comida rápida e inicialmente, se originó por el rechazo de la gran influencia turística en lo auténtico y lo verdadero. Un ejemplo clásico de esto era la oposición a la construcción de restaurantes de comida rápida de McDonald’s cerca de las escaleras de la Plaza de España en Roma, un lugar muy turístico de la ciudad y pionero en los destinos turísticos que posteriormente se sumarían al movimiento. Desde entonces, el concepto Turismo Slow se ha convertido en un fenómeno global, con delegados de 15 países diferentes que firmaron el manifiesto fundacional y a partir del cuál, se han ido sucediendo la incorporación de nuevos destinos que han sido denominados como destinos Slow.
El objetivo del movimiento Slow Food es realizar platos hechos con ingredientes frescos y locales, de una manera que respete el medio ambiente, la cultural y los modelos de agricultura responsable. El Turismo Slow siempre de la mano del Turismo Sostenible, amplia este objetivo durante el viaje – te anima a vivir el tiempo de visita como un lugareño y a sumergirte auténticamente en la cultura local. Esta filosofía de viaje permite que el viajero descubra la realidad de los destinos turísticos de la mano de las costumbres, la cultura y a la comunidad local. Poner en valor los productos locales a partir de la gastronomía, fomentar el desarrollo sostenible y enseñar los métodos tradicionales de trabajo llevados a cabo en los destinos son sus fundamentos clave.
¿Por qué el concepto de Turismo Slow se ha hecho tan popular?
Al principio, el concepto Turismo Slow igual que pasaría hace años con el turismo Sostenible tenía poca influencia, pero a lo largo de los años ha crecido y se ha ido consolidando hasta posicionarse como uno de los temas más populares dentro del marketing turístico actual. Este tipo de filosofía de viaje se formó de la creencia de que todo se debería experimentar a su proprio ritmo, es decir, puedes moverte al ritmo que quieras y que te haga sentir más cómodo sin ataduras de tiempo ni programas de viaje ya previamente organizados.
Cada vez más la gente y más destinos turísticos están tomando consciencia de las consecuencias económicas, socioculturales y medioambientales que sus viajes pueden causar en los destinos y cuanto puede afectar el sector turístico actual al mundo entero. Las personas también se están dando cuenta de la importancia de apoyar a las comunidades locales en lugar de a las grandes corporaciones. Son justamente motivos de este tipo los que permiten que formas de viaje como el Turismo Slow estén obteniendo cada vez más peso dentro del sector turístico a nivel nacional e internacional. Por supuesto, las empresas del sector se aprovechan de estas corrientes que marcan tendencia y el turismo sostenible y el turismo Slow ya son parte influyente del marketing turístico actual pero sin embargo, ojalá todas las modas tuvieran consigo tanta repercusión social y relevancia en cuanto al cuidado de nuestro planeta.
¿Por qué deberías involucrarte y fomentar el Turismo Sostenible?
Explorar y aprender de un destino, no solo para decirles a tus amigos: “he estado allí y enseñarles lo que has hecho”, sino también por la experiencia en sí, puede ser increíblemente gratificante.
No todo se basa en centrarte en hacer una gran lista de todas las cosas que tienes que hacer obligatoriamente, ya que te podría resultar agotador. La idea es optar por experiencias de viaje que te aporten un enriquecimiento cultural real y sobre todo, evitando el estrés que supone la previa organización. Aquí es donde entra el Turismo Slow, eligiendo “ser local” y probando cosas únicas sin necesidad de hacer TODO lo que no te puedes perder.
Además, la sostenibilidad turística que fomenta el Turismo Slow significa que puedes tener una experiencia enriquecedora y además ayudar intrínsecamente a conservar el destino que visitas y por supuesto, el planeta.
Por último, y quizás lo más gratificante es que como viajero slow, puedes viajar más auténticamente sin sucumbir a las masas de turistas. Ayudar directamente a la preservación de la cultura local y de las costumbres que hacen tan especial a los destinos es fundamental y es que, ¿qué sería de los destinos turísticos sin su personalidad? La perdida de personalidad de los destinos que un día fueron conocidos por el encanto de su gente y su cultura es hoy por hoy, unos de los problemas más grandes del sector. Implícate con la comunidad local y aprende de lo que pueden enseñarte!
¿Quieres saber más sobre el Turismo Slow?